Nueva normativa para los comedores escolares de España. El Gobierno español implementa medidas para garantizar una dieta equilibrada en los comedores escolares, abordando la preocupante realidad de la obesidad infantil. El Ministerio de Derechos Sociales, junto con otros ministerios, impulsa un Real Decreto para mejorar la alimentación en los colegios. Esta medida busca asegurar que los centros escolares incluyan frutas y verduras a diario en sus menús y eliminen las bebidas azucaradas durante las comidas. Además, se fomentará el consumo de legumbres y cereales, garantizando también carne y pescado de calidad.
Según el ministro Pablo Bustinduy, “los colegios tienen un papel crucial en proporcionar una dieta saludable a los niños”.
Obesidad infantil: Un problema asociado a la renta
El informe ALADINO señala una preocupante relación entre la renta familiar y la obesidad infantil. Los datos reflejan que el 46,7% de los niños en hogares con ingresos menores a 18.000 euros sufren sobrepeso, frente al 29,2% en familias con ingresos superiores a 30.000 euros. Esta desigualdad también se traduce en el acceso a una dieta equilibrada, ya que los menores de familias con menos recursos consumen menos frutas y verduras.
El impacto de los comedores escolares
Casi la mitad de los niños entre 6 y 9 años en España comen en los comedores escolares, según el estudio ALADINO. Estos espacios no solo aseguran una alimentación saludable, sino que también representan una oportunidad para combatir la obesidad infantil. Sin embargo, solo un tercio de las familias considera que la calidad de los menús es adecuada.
La importancia de una dieta saludable
Las familias con ingresos inferiores tienden a depender de alimentos más accesibles pero menos saludables, como las bebidas azucaradas. Este consumo es ocho veces mayor en los niños de hogares con bajos recursos. Mejorar la calidad nutricional en los colegios puede ser clave para cerrar esta brecha.
La iniciativa del Gobierno español representa un paso importante hacia la promoción de una dieta equilibrada para todos los niños, independientemente de su entorno socioeconómico. Con estas medidas, se busca reducir la obesidad infantil y garantizar una mejor salud a largo plazo para las generaciones futuras.