El Pabellón de los Hexágonos inicia una nueva etapa. Esta semana comenzó la segunda fase de su restauración, un proyecto liderado por el Ministerio de Cultura y el Instituto del Patrimonio Cultural de España (Ipce) que devolverá el esplendor a una de las obras más singulares de la arquitectura madrileña del siglo XX.
Una segunda fase para completar su restauración
El edificio, ubicado en la Casa de Campo de Madrid, fue trasladado a la capital en 1959 después de representar a España en la Exposición Universal de Bruselas de 1958. Ahora, las obras avanzan con la meta de finalizar la rehabilitación estructural y mejorar carpinterías, muros y sistemas de saneamiento.
El plazo de ejecución será de quince meses, y esta fase cerrará el proceso de consolidación del conjunto arquitectónico.
Una vez concluida la intervención del Ministerio, el Ayuntamiento de Madrid retomará el mando de los trabajos. El objetivo: transformar el pabellón en un espacio cultural abierto a la ciudadanía.
En la primera etapa, el Consistorio ya remodeló más de 3.000 metros cuadrados, preparando el terreno para esta segunda intervención.
Inversión conjunta para recuperar un símbolo de Madrid
El compromiso institucional con el patrimonio es evidente. Según fuentes municipales, el Ayuntamiento invertirá cerca de cinco millones de euros, mientras que el Ministerio de Cultura aportará otros tres millones.
“Es uno de los lugares más emblemáticos de la arquitectura de Madrid, enclavado en un entorno privilegiado”, destacó el alcalde José Luis Martínez-Almeida durante su visita a las obras. El regidor subrayó además que esta actuación se enmarca en un ambicioso plan de recuperación patrimonial que incluye proyectos tan destacados como la Puerta de Alcalá, el Frontón Beti Jai o las fuentes de Neptuno y Cibeles.
De Bruselas a Madrid: un viaje histórico
Diseñado en 1956 por los arquitectos José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún, el Pabellón de los Hexágonos fue una de las grandes revelaciones de la Expo de Bruselas, donde se impuso en notoriedad incluso al famoso Atomium.
Su estructura modular, basada en unidades hexagonales, representó una apuesta innovadora por la flexibilidad y la ligereza constructiva, adelantándose décadas a su tiempo.
Tras la exposición, el pabellón fue desmontado pieza a pieza y trasladado a Madrid. En 1959, se reconstruyó en la Casa de Campo, donde hoy continúa como un referente del movimiento moderno español.
El Ipce lo considera un “hito de la arquitectura madrileña” y parte fundamental del conjunto histórico de la Casa de Campo, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 2010.
Una nueva vida como espacio cultural
El futuro del Pabellón de los Hexágonos pasa por convertirse en un punto de encuentro para la cultura. El Ayuntamiento prevé que, tras la finalización de las obras, el edificio acoja exposiciones, eventos y actividades ciudadanas.
Además, los trabajos incluirán mejoras en el solado e instalaciones para garantizar su accesibilidad y sostenibilidad energética.
El volumen “Pabellón de los Hexágonos (Trabajos de restauración 2020-2021)”, publicado en 2024, recoge los detalles de la primera fase y sirve como base documental para esta última etapa de rehabilitación.
Un legado que vuelve a brillar
El Pabellón de los Hexágonos simboliza el diálogo entre la historia y la modernidad. Su recuperación no solo rescata una obra maestra de la arquitectura española, sino que refuerza el compromiso de Madrid con su patrimonio cultural.
Cuando reabra sus puertas, volverá a ser un orgullo para la ciudad y una cita obligada para los amantes del diseño y la historia.

