Las ideas jóvenes para Madrid están marcando un camino inspirador para repensar espacios urbanos con nuevas miradas. El concurso municipal Sueña Madrid ha reunido 56 propuestas creadas por estudiantes de arquitectura que han imaginado cómo revitalizar ocho zonas con necesidad de transformación. Esta semana se conocieron los tres proyectos ganadores, todos unidos por un enfoque común: recuperar la identidad de cada barrio y acercar la ciudad a quienes la viven.
Un certamen para escuchar a las nuevas generaciones
El Ayuntamiento lanzó este concurso en julio con un objetivo claro: saber qué perciben los jóvenes como prioritario en la ciudad. Aunque los premios no garantizan que los proyectos se ejecuten, el delegado de Urbanismo, Borja Carabante, señaló que estas propuestas revelan qué mejoras reclaman los estudiantes para lugares como Plaza de Oporto, Antonio López 27, Canillejas, Herrera Oria o Plaza de Castilla.
Primer premio: un corredor cultural bajo el acueducto de Amaniel
El proyecto ganador corresponde a Nina Elizabeth Mendez-Bisgaard y Maximiliam Stjernstrom, dos estudiantes que vieron en Bellas Vistas y el acueducto de Amaniel una oportunidad de recuperación patrimonial.
Su propuesta plantea reactivar el parque y abrir un corredor bajo los arcos del acueducto con espacios culturales, zonas comerciales y áreas de encuentro vecinal.
Un diseño que mezcla miradores y sombra urbana
La idea reorganiza el terreno con plataformas elevadas, creando miradores hacia Madrid y zonas sombreadas a nivel de calle. La intención es que estos espacios generen actividad durante todo el día y favorezcan la convivencia.
Los autores destacan que la zona les llamó la atención por su “enorme potencial” para convertirse en un punto de vida social. El premio, de 3.000 euros, ya tiene destino: un viaje a Nueva York para seguir inspirándose.
Segundo premio: un parque de agua sobre Plaza de Castilla
La propuesta Raíces de agua, creada por las estudiantes Natalia Díaz Amate y Sofía, recibió el segundo premio de 2.000 euros. Su proyecto responde a una necesidad clara: devolver a Plaza de Castilla el concepto de plaza, hoy fragmentado por el intercambiador de transportes.
El agua como elemento urbano protagonista
La idea parte de un recurso oculto: el agua del Canal de Isabel II que pasa bajo la plaza. Las autoras la transforman en fuentes, láminas de agua y estanques que coronan un parque elevado sobre la propia plaza.
El diseño integra también el Cuarto Depósito y propone un espacio público más amable, accesible y conectado con el entorno.
Tercer premio: un huerto urbano de emisiones cero en Antonio López, 27
El tercer premio, dotado con 1.000 euros, fue para El huerto de Antonio, una propuesta de Elena M. Arenas que recupera el carácter agrícola histórico de la zona del Manzanares.
La parcela, hoy en desuso, se convierte en un huerto a varias alturas que une Carabanchel con Arganzuela mediante un eje peatonal verde.
Un espacio terapéutico y autosuficiente
El proyecto incorpora cultivos, zonas de descanso y espacios para la terapia ocupacional. Responde a dos realidades del distrito: el envejecimiento de la población y la renaturalización del Manzanares.
El huerto funciona con energía solar, agua de lluvia y movimiento humano, logrando un consumo cero y un mantenimiento sostenible.
Así sueñan Madrid las nuevas generaciones
Estas ideas jóvenes para Madrid demuestran que la creatividad estudiantil puede aportar soluciones innovadoras, sensibles y realistas. Desde recuperar el patrimonio olvidado hasta reinventar grandes nodos urbanos o crear espacios verdes terapéuticos, las propuestas revelan una visión de ciudad más humana, sostenible y conectada con sus barrios.
