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La calidad del aire en Madrid vuelve a cumplir los valores europeos en 2025

La calidad del aire en Madrid vuelve a situarse dentro de los valores exigidos por la normativa europea en 2025.
La ciudad encadena varios años de mejora sostenida en los principales contaminantes.

Los datos proceden de las 24 estaciones de medición repartidas por el municipio.
Estos registros confirman una reducción notable de las emisiones más perjudiciales.

 

Cumplimiento de los límites europeos

Madrid cumple desde 2022 con la directiva europea sobre calidad del aire ambiente.
Esta normativa fija límites estrictos para proteger la salud de la población urbana.

El dióxido de nitrógeno es uno de los principales indicadores analizados.
El valor límite anual se sitúa en 40 microgramos por metro cúbico.

En la actualidad, ninguna estación de medición supera los 31 microgramos.
Esto supone una mejora clara frente a los años anteriores.

 

Un problema histórico que se ha revertido

Entre 2010 y 2021, Madrid superó de forma reiterada los umbrales permitidos.
Durante ese periodo, la ciudad incumplió los valores anuales establecidos por Europa.

La situación comenzó a revertirse a partir de 2022.
Desde entonces, los registros se mantienen dentro de los márgenes legales.

Esta evolución refleja un cambio estructural en las emisiones urbanas.
También muestra el impacto de las políticas ambientales aplicadas.

 

Cuatro años sin activar el protocolo anticontaminación

Uno de los indicadores más relevantes es la ausencia de episodios recientes.
Madrid lleva cuatro años sin activar el protocolo por contaminación.

La última activación se produjo en diciembre de 2021.
Durante esos días se limitaron velocidades en la M-30 y accesos principales.

Desde entonces, no ha sido necesario aplicar restricciones extraordinarias.
Este dato refuerza la tendencia positiva en la calidad del aire.

 

Comparativa con años anteriores

En 2021 se activó el protocolo en dos episodios distintos, pero la situación fue más compleja en ejercicios anteriores.

En 2019 se activó en tres periodos distintos durante catorce días, y en ese año ya estaba en funcionamiento la zona de bajas emisiones central.

 

Los años más críticos

Durante 2018 se registraron cuatro episodios con doce días de activación, por lo que las concentraciones elevadas obligaron a aplicar medidas repetidas veces.

En 2017 se alcanzaron 43 días con el protocolo activo y uno de los episodios llegó a prolongarse once días seguidos.

En 2016 se contabilizaron dos episodios con diez días acumulados, por lo que estos datos reflejan la gravedad de la situación en aquella etapa.

 

Un cambio sostenido en el tiempo

La reducción de emisiones no responde a un hecho puntual.
Es el resultado de una evolución progresiva en la movilidad urbana de Madrid.

La mejora continuada refuerza la estabilidad de los valores actuales.
También aporta mayor previsibilidad a corto y medio plazo.

La calidad del aire se ha convertido en un indicador clave.
Su evolución marca el rumbo de la ciudad en materia ambiental.