Tras la ultima huelga convocada por los estudiantes el pasado 27 de Septiembre, este viernes, los estudiantes han decidido salir a las calles para mostrar su rechazo a la reforma de la selectividad que propone el Ministerio de Educación.
Un sistema injusto y desigual
Los estudiantes consideran que el nuevo modelo de acceso a la universidad es «injusto» y «desigual». Según ellos, la reforma beneficia a ciertos grupos y perjudica a otros. Además, creen que la reducción de exámenes no asegura que la evaluación sea más justa o equilibrada.
Movilización en distintas ciudades
La movilización estudiantil se extiende por varias ciudades españolas, convocada por el Sindicato de Estudiantes. Entre las demandas, los jóvenes exigen una selectividad que no aumente la brecha educativa entre estudiantes. Las protestas se han organizado en lugares clave como Madrid, donde se espera una alta participación.
Apoyo de padres y profesores
No solo los estudiantes se han unido a la protesta. Padres y profesores también han mostrado su apoyo, argumentando que la reforma no resuelve los problemas estructurales del sistema educativo. Aseguran que los cambios propuestos solo añaden confusión y presión a los estudiantes.
¿En qué consiste la reforma?
El Ministerio de Educación planea una selectividad más centrada en la evaluación continua, con menos exámenes. Aunque la intención es reducir el estrés, muchos estudiantes piensan que esto no garantiza una evaluación justa. Los estudiantes temen que los cambios afecten sus oportunidades de acceso a la universidad.
Peticiones claras
El Sindicato de Estudiantes exige una selectividad más equitativa que garantice las mismas oportunidades para todos, independientemente de su centro educativo o situación socioeconómica. Piden que se mantenga el actual sistema de evaluación o que se introduzcan mejoras basadas en la participación de la comunidad educativa.
Conclusiones
La movilización de este viernes refleja la preocupación de los estudiantes por su futuro académico. El nuevo modelo de selectividad ha generado un amplio debate, y los estudiantes no están dispuestos a aceptar cambios que consideran perjudiciales para su educación. Padres y profesores también se suman a este rechazo, apoyando la lucha por una educación justa y equitativa.