La Plaza San Cristóbal, situada en Ciudad Pegaso, barrio de Rejas en el distrito madrileño de San Blas-Canillejas, ha vivido una renovación que marca un antes y un después. Lo interesante es que, a pesar de este cambio radical, se ha respetado la memoria del lugar. Los bancos de granito originales permanecen, pero con una inscripción que recuerda su pertenencia al poblado fundado en 1955.
Zonas verdes y colinas para combatir el calor urbano
La nueva plaza en Ciudad Pegaso ocupa 5.600 metros cuadrados y ha sustituido tierra y cemento por colinas urbanas, islas de vegetación y caminos con texturas variadas. Esta reforma no solo embellece, también mejora la accesibilidad y permite pasear, jugar o hacer deporte al aire libre. Se han plantado 25 nuevos árboles, sumando casi un centenar en total, y se han incorporado más de 1.000 metros cuadrados de parterres con vegetación urbana.
Este diseño responde a un reto habitual en Madrid: el efecto isla de calor, especialmente agresivo en los meses de verano. Por eso, una de las estrellas del proyecto es la fuente para bañarse, pensada para que vecinos de todas las edades puedan refrescarse y disfrutar.
Juegos para niños y mayores, y luz más eficiente
La plaza reformada incluye espacios para todos. Desde juegos infantiles y deportivos, hasta zonas para mayores. Además, se han sustituido las bombillas de las farolas por iluminación LED de alta eficiencia energética, una apuesta por la sostenibilidad que también mejora la seguridad nocturna.
Los vecinos de Ciudad Pegaso jugaron un papel importante en este proyecto. Gracias a sus peticiones, se han conservado elementos clave como la fuente de granito original, aunque ligeramente reubicada, y los bancos de granito conmemorativos. También se ha colocado un círculo de piedra caliza con la constelación de Pegaso, un guiño simbólico a la identidad del barrio.
Una de las 32 plazas renovadas desde 2023
Esta actuación en la Plaza San Cristóbal de Madrid forma parte de un plan más amplio. Desde 2023, se han renovado 32 plazas en distintos barrios. Según el alcalde José Luis Martínez-Almeida, estas intervenciones permiten que Madrid sea “una ciudad más cómoda y habitable” sin perder su esencia.
La intervención en Ciudad Pegaso era especialmente necesaria, ya que desde su inauguración en los años 60 no se había realizado una reforma de esta envergadura. El objetivo es claro: mejorar el espacio público en cada barrio, no solo en grandes arterias como la Castellana o Ventas.
Más reformas en marcha por toda la ciudad
Actualmente, hay trabajos en otras nueve plazas, como San Pol de Mar, en Moncloa-Aravaca, o Valle del Oro, en Carabanchel. También se están remodelando espacios céntricos como Tirso de Molina o Plaza Matute, y este verano comenzará la reforma de la Plaza del Rastrillo, en el distrito Centro.
Este tipo de proyectos demuestran que una gran ciudad como Madrid no solo necesita grandes infraestructuras, sino también rincones amables donde los vecinos puedan encontrarse, jugar, descansar y sentirse parte de su barrio.