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Campamento y Aluche piden al Ayuntamiento una calle segura y verde en la carretera de Boadilla

El pasado domingo 11 de Mayo, a las 11:00 horas, los vecinos de Campamento y Aluche convocaron una manifestación en la carretera de Boadilla. Reclamaban al Ayuntamiento de Madrid que esta vía deje de ser un simple punto de paso hacia otros municipios. Exigen que se transforme en una calle verde y segura, pensada para las personas que viven en el barrio.

La protesta comenzó en el número 27 de la carretera, en una zona muy próxima a viviendas, un colegio y un centro de mayores. Esta concentración está impulsada por diversas entidades del movimiento vecinal, coordinadas a través de la FRAVM (Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid).

 

Una calle saturada de vehículos cada día

La carretera de Boadilla soporta un volumen de tráfico muy elevado. Antes del inicio de las obras de soterramiento del Paseo de Extremadura, llegaban a circular por ella hasta 32.000 vehículos diarios. Con solo un carril por sentido, es una de las vías con más tráfico de todo Madrid en su categoría.

Las asociaciones vecinales denuncian que, lejos de aliviar la situación, el proyecto de soterramiento puede doblar la intensidad de tráfico, alcanzando los 1.600 vehículos por hora en horas punta. Temen que se convierta en una autopista urbana en plena zona residencial.

 

Velocidades peligrosas junto a colegios y centros de mayores

Los vecinos llevan años reclamando que se cumpla el límite de velocidad de 30 km/h, adecuado para una vía urbana estrecha y rodeada de equipamientos sensibles. Denuncian que, en la práctica, muchos vehículos circulan entre 50 y 70 km/h.

“Es una auténtica aberración permitir estas velocidades tan cerca del colegio Hermanos Pinzón y del centro de mayores”, ha explicado Piñeiro, portavoz vecinal. Reclaman una calle saludable, pensada para proteger a los colectivos más vulnerables.

 

El modelo de ciudad en juego

El malestar vecinal no es solo por el tráfico. Lo que está en juego es el modelo de ciudad. Las asociaciones quieren que la carretera de Boadilla se integre en el entorno como un espacio amable, accesible, con vegetación y aceras anchas. Un lugar por donde sea agradable pasear, no solo un eje para el coche.

Desde 2019, la Asociación Vecinal de Campamento pide una solución integral que priorice la seguridad vial y la habitabilidad. La propuesta de convertir los dos carriles en sentido salida hacia Boadilla va, en su opinión, en la dirección contraria.

 

Una oportunidad para repensar la movilidad

La manifestación no solo busca frenar un proyecto concreto. También propone una reflexión más profunda: ¿queremos más coches o más calidad de vida? Los vecinos de Aluche y Campamento tienen clara su respuesta. Quieren una calle para vivir, no para huir.

Ante esta movilización, el Ayuntamiento de Madrid tiene la oportunidad de escuchar a su ciudadanía y apostar por un entorno más seguro, verde y saludable.