Madrid ha sumado esta primavera una nueva joya natural en uno de sus rincones más emblemáticos. Se trata de un jardín de tulipanes en la Plaza de Oriente, un espacio que se llena de color y significado gracias a un gesto inesperado, pero profundamente simbólico.
El centro histórico de la capital cuenta desde ahora con 7.500 tulipanes blancos y naranjas, donados por la princesa Amalia de Orange, heredera al trono de los Países Bajos. La joven quiso agradecer así la hospitalidad que recibió durante su estancia en la ciudad.
Una donación con historia y gratitud
Este jardín no surge al azar. Su origen está ligado al periodo en el que la princesa Amalia cursó parte de sus estudios universitarios desde Madrid, por motivos excepcionales. Durante ese tiempo, vivió en la ciudad y quedó profundamente agradecida por el trato cercano de los madrileños y el ambiente acogedor que encontró en sus calles.
Como muestra de cariño, decidió regalar estos bulbos de tulipán, una de las flores más representativas de la cultura neerlandesa. Con este gesto, Madrid se convierte en un punto de encuentro entre dos culturas unidas por el respeto y la hospitalidad.
El acto oficial en la Plaza de Oriente
El nuevo jardín fue inaugurado con un pequeño acto institucional en el que participaron el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, la princesa Amalia y el embajador de los Países Bajos en España, Roel Nieuwenkamp.
Durante la ceremonia, se descubrió una placa conmemorativa en reconocimiento al tiempo que la princesa vivió en la capital española. El acto, sencillo pero emotivo, simbolizó la unión de la ciudad con el pueblo neerlandés a través de un símbolo tan bello como lo es el tulipán.
Un jardín lleno de color, historia y simbolismo
Los tulipanes blancos y naranjas plantados en la Plaza de Oriente no solo embellecen el entorno, sino que representan la identidad nacional de los Países Bajos, ya que el color naranja es un emblema de la Casa Real holandesa.
Los bulbos fueron plantados en noviembre, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y la embajada neerlandesa. Su floración ha coincidido con la llegada de la primavera, convirtiéndose en un nuevo atractivo turístico y cultural en pleno centro de la ciudad.
Disfrutar de las flores, redescubrir Madrid
Este nuevo jardín no solo enriquece el paisaje urbano, también invita a pasear con calma por una zona tan especial como la Plaza de Oriente. Entre historia, arquitectura y ahora flores, la experiencia de recorrer Madrid se vuelve más completa y sensorial.
Además, quienes visiten la capital durante los próximos meses tendrán la oportunidad de disfrutar de un paisaje diferente, lleno de matices y con un origen tan noble como cercano.