Restricciones en el Barrio Santa Cruz para mejorar la convivencia. El Ayuntamiento de Sevilla ha implementado nuevas restricciones en el barrio Santa Cruz, el área del centro más frecuentada y afectada por el turismo masivo. Estas medidas buscan favorecer la convivencia vecinal en este emblemático sector, donde los residentes se ven impactados por el alto flujo de turistas.
Entre las prohibiciones destacan el canto en la vía pública, detenerse en la acera en grupo, y circular en bicicletas o patinetes en zonas peatonales. Las medidas también incluyen reducir el tamaño de los grupos turísticos y el uso obligatorio de radioguías para evitar ruidos excesivos.
Prohibiciones para una Mejor Convivencia
El consistorio ha instalado placas con las nuevas normativas, destacando las restricciones de movilidad y normas de conducta para turistas. Las personas en excursiones grupales no podrán bloquear las entradas a edificios y deberán respetar el tránsito de peatones, además que estos grupos podrán ser de máximo treinta personas. Tampoco está permitido cantar o usar altavoces que puedan generar contaminación acústica, como indica la ordenanza contra el ruido de Sevilla. Estas acciones buscan mejorar la calidad de vida de los vecinos, que soportan el ruido y la falta de espacios públicos por la saturación turística.
Impacto del Turismo en el Barrio Santa Cruz
El auge del turismo en Sevilla ha modificado el panorama del barrio Santa Cruz. Según datos del ayuntamiento, el 32% de las viviendas en este sector son de uso turístico, superando el límite del 10% establecido para proteger el patrimonio arquitectónico y el espacio público. Para minimizar los efectos negativos del turismo, el gobierno local también ha prohibido la circulación de vehículos de ruedas en áreas peatonales y los rodajes sin permisos, así como el incumplimiento de horarios para el reparto de mercancías.
Promoción del Turismo Responsable
Restricciones en el Barrio Santa Cruz para mejorar la convivencia: El Ayuntamiento de Sevilla promueve un turismo responsable, invitando a los visitantes a consumir productos locales y respetar la privacidad de las comunidades vecinales. Estas normas forman parte de un conjunto de iniciativas que buscan regular la afluencia de turistas en áreas congestionadas, protegiendo tanto la vida cotidiana de los residentes como el atractivo turístico de la ciudad.
