La historia real tras ‘El juego del calamar’: La popular serie surcoreana ‘El juego del calamar’ no solo ha revolucionado Netflix con su segunda temporada, sino que también ha reabierto debates sobre sus referencias a la realidad. Detrás de los aterradores juegos que enfrenta la clase trabajadora, se esconde una crítica al capitalismo, inspirada en la huelga de 2009 en la ciudad de Pyenongtaek, Corea del Sur.
La huelga de SsangYong Motor y su impacto
En junio de 2009, la empresa automovilística SsangYong Motor despidió a más de 2.000 empleados, desencadenando una huelga masiva. Durante el conflicto, los trabajadores lucharon para evitar la reducción del 40 % de la plantilla. Esta protesta derivó en un enfrentamiento prolongado con la policía, generando deudas impagables para muchos y provocando una tragedia con al menos 30 suicidios.
El creador de la serie, Hwang Dong-hyuk, buscaba reflejar con estas escenas que cualquiera puede caer en una situación económica desesperada. Aunque ya había concebido el concepto inicial, los hechos reales le ayudaron a darle forma definitiva.
Represión y sufrimiento en la lucha obrera
Durante los dos meses que duró la huelga, los enfrentamientos violentos dejaron más de 50 heridos. La policía antidisturbios utilizó gases lacrimógenos y productos químicos para sofocar las protestas, lo que algunos trabajadores calificaron como un «ataque inhumano». Estas imágenes inspiraron la brutalidad de los juegos en la serie, simbolizando la lucha por la supervivencia en una sociedad que premia la crueldad.
El trasfondo personal del creador
Hwang Dong-hyuk también plasmó parte de su historia personal en la serie. Criado en Ssangmun-dong, un barrio con dificultades económicas, logró ser admitido en la prestigiosa Universidad Nacional de Seúl, convirtiéndose en la esperanza de su familia. Este trasfondo se refleja en personajes como Seong Gi-hun, quienes encarnan el sueño de superación y el costo de mantenerlo.
Referencias contemporáneas y teorías populares
La historia real tras ‘El juego del calamar’: La serie también ha sido interpretada como una crítica indirecta a figuras públicas como Donald Trump, quien representó para muchos un símbolo del poder que se burla de los más desfavorecidos. Sin embargo, el creador ha preferido mantenerse al margen y permitir que los espectadores saquen sus propias conclusiones.
La continuación del legado en la temporada 2
La historia real tras ‘El juego del calamar’: La segunda temporada retoma la historia de Seong Gi-hun, quien ahora busca venganza. En su intento de rebelarse contra los organizadores, fracasa debido a la infiltración del Front Man, disfrazado como Jugador 001.
La serie cierra con una escena postcréditos que revela un nuevo reto: la presentación del robot Cheol-su, el «novio» de Young-hee, anticipando nuevos juegos aterradores en la próxima temporada.
