Barcelona refuerza su iluminación y la seguridad de sus calles. La iluminación urbana en Barcelona ha sido objeto de debate en las últimas semanas, tanto en la esfera política como entre los ciudadanos. La percepción de inseguridad vinculada a la insuficiente iluminación en diversas áreas de la ciudad ha generado preocupación entre los vecinos, quienes señalan una falta de inversión por parte de las autoridades.
La transición de luces amarillas a LED blancas
Uno de los puntos centrales de la discusión es la sustitución progresiva de las tradicionales luces amarillas por tecnología LED blanca. Mientras se completa este proceso, zonas como Les Corts o Sant Andreu experimentan una sensación de escasez lumínica. El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado una inversión de 22 millones de euros destinada a acelerar la modernización del alumbrado público, con el objetivo de aumentar del 36% al 50% la proporción de farolas con tecnología LED para el año 2028.
Preocupación vecinal por la seguridad
Asociaciones de barrios consultadas han manifestado su inquietud por la falta de iluminación en las calles, destacando que esta situación incrementa la percepción de inseguridad, especialmente entre las mujeres. Aunque reconocen que, al identificar «puntos negros» o fallos en el alumbrado público, la respuesta del consistorio suele ser rápida, insisten en la necesidad de una solución más integral. Calles como Bascònia, Sardenya, Font de la Castellana y Manuel de Azaña han sido objeto de intervenciones recientes para mejorar la iluminación.
Desafíos en otros barrios
En Sarrià, aunque en general el barrio está bien iluminado, se identifican áreas problemáticas, como las escaleras de la calle Granados, que generan inseguridad debido a la mala iluminación. Además, la proliferación de árboles que obstruyen las farolas crea nuevos puntos oscuros, lo que requiere una atención constante por parte de los servicios municipales.
Por su parte, en la Esquerra del Eixample, las obras de ampliación de la L8 han provocado afectaciones en la iluminación. Puntos conflictivos, como Gran Via con Llançà y la calle Urgell con Consell de Cent, presentan zonas mal iluminadas debido a los cortes en las calles y las vallas altas, incrementando la percepción de peligro entre los transeúntes.
Compromiso municipal y plan de acción
Barcelona refuerza su iluminación y la seguridad de sus calles. El Ayuntamiento de Barcelona, a través del Pla Endreça, ha destinado 22 millones de euros hasta 2028 para abordar la insuficiencia lumínica en la ciudad. Este plan contempla 153 actuaciones orientadas a reducir los puntos oscuros y aumentar la percepción de seguridad. Además de incrementar el uso de tecnología LED, se busca implementar un sistema de telegestión del alumbrado al 100%.
Durante la última comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda, se acordó impulsar la creación de un nuevo Plan Director de Iluminación. Este plan pretende rediseñar el programa actual para mejorar el sistema de iluminación de la ciudad. Además, apuesta por un alumbrado inteligente que considere la seguridad, la perspectiva de género y la eficiencia energética.