Un descarrilamiento que evitó una tragedia en Atocha: El reciente accidente ferroviario en el túnel de Atocha, Madrid, lo calificó como “insólito” el ministro de Transportes, Óscar Puente, debido al caos que desató, afectando a casi 15.000 pasajeros y provocando una interrupción significativa en el servicio ferroviario. El tren, que iba hacia una reparación, estuvo a punto de causar una tragedia si los trabajadores de Adif no hubieran intervenido rápidamente, evitando una colisión fatal al desviar el tren.
Descarrilamiento en el túnel: una tragedia evitada
El accidente tuvo lugar el pasado sábado, cuando un tren en el túnel de alta velocidad que conecta las estaciones de Atocha y Chamartín sufrió un descarrilamiento . Según Pablo San José , coordinador de talleres de CGT, el descarrilamiento se produjo al cambiar una aguja para desviar el tren fuera de la vía principal. «De no haber accionado así, el tren habría colisionado directamente contra otro tren de Iryo que estaba detenido y lleno de pasajeros», afirmó San José. La arriesgada maniobra se calificó como un acto heroico que salvó muchas vidas, al desviar el tren y evitar un escenario de fuego o explosión en el túnel, lo que habría sido catastrófico.
La velocidad del tren, objeto de debate
A pesar de la gravedad del accidente, surgieron información contradictoria sobre la velocidad a la que iba el tren.
En un audio viral de un trabajador de Adif, se afirma que el tren alcanzó hasta 200 km/h al cruzar las agujas del Jardín Botánico. San José duda de esta versión, señalando que es difícil alcanzar esa velocidad solo por la inercia de una pendiente. También menciona que una pendiente del 30%, como se indica, es improbable. En el sector ferroviario, una pendiente del 5% ya es significativa.
Fallos técnicos y una maniobra inadecuada
Un descarrilamiento que evitó una tragedia en Atocha : San José señaló que el descarrilamiento pudo deberse a una serie de errores durante la maniobra. El tren estaba siendo remolado de manera incorrecta, ya que un convoy sin frenos debería ir «en sándwich», es decir, con motores tanto delante como detrás para controlar su velocidad. Por razones aún investigadas, el tren se desenganchó y se convirtió en un peso muerto, rodando sin control. Esto, unido a la falta de experiencia del personal de mantenimiento, parece haber sido la causa del incidente.
En resumen, el accidente ha reabierto el debate sobre la inversión en el sector ferroviario. El ministro de Transportes afirma que no falta inversión en el sector ferroviario. Sin embargo, los ferroviarios creen que la privatización y la falta de profesionales explican estos accidentes.
Los trabajadores del sector sostienen que la privatización del mantenimiento y la carencia de personal cualificado son problemas graves que aumentan los riesgos.